¿Quieres saber cómo ser funcionario de prisiones? Para conseguir una plaza de funcionario del cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (II.PP.) debes superar un proceso selectivo que consta de dos exámenes tipo test: uno teórico de 150 preguntas y otro práctico, consistente en 10 supuestos prácticos con cinco preguntas test a resolver por cada uno.
Para poder optar a ello tienes que cumplir una serie de requisitos, como tener la nacionalidad española o la titulación de bachillerato o título técnico, lo podéis ver más completo aquí.
Una vez superados ambos exámenes, tendrás que pasar un reconocimiento médico, esto es algo que a veces asusta, pero no es nada, podéis ver mi experiencia en el post sobre el reconocimiento médico, en el que os explico mejor en qué consiste.
Cómo trabajar en instituciones penitenciarias: comienza la fiesta
Tras ello, iniciarás un curso preparatorio (curso selectivo) en el que te darán teoría e información más concreta sobre cómo funcionan las prisiones, es un “calentamiento” para entrar en prisión. Es un mes y algo de completa euforia y alegría, estás fuera de tu casa, acabas de aprobar una oposición (que te ha costado tu gran esfuerzo) y por fin tienes un trabajo para toda la vida que te va a dar una calidad de vida tremenda. estás que te sales.
Y encima con un montón de compañeros nuevos que te entienden a la perfección porque también a ellos les ha tocado el gordo. Bueno, no me quiero extender más en este punto y podéis pasaros por el post en el que comento cómo es el curso selectivo (antes se llamaba coloquialmente “el curso de Madrid”, pero ahora es en Cuenca).
Tras superar este curso preparatorio (es muy, muy, muy raro que lo suspendas), habrás elegido destino (dentro de tus posibilidades según tu posición en la lista de aprobados) e iniciarás otro pequeño periodo de prácticas tuteladas en ese centro o en uno de referencia cercano.
Allí tendrás tu primer contacto con una prisión, te pasarán por los diferentes módulos, te enseñarán las distintas dependencias del complejo y te darán más clases de aspectos prácticos, además, te darán los famosos cursos de defensa personas y de extinción de incendios, un momentazo. Indicar que desde que te incorporas al curso preparatorio estarás cobrando. En el curso inicial se cobra muy poco, pero en las prácticas tuteladas ya cobras como si estuvieras desempeñando el puesto (salvo productividad).
Ahora empieza de verdad
Tras estas prácticas tuteladas en un centro Penitenciario, pasarás, ya sí, a desempeñar tu puesto de trabajo en el centro que te haya tocado, en prácticas, es decir, aún no eres funcionario de carrera, así que no la cagues.
El periodo de prácticas teóricamente tiene una duración máxima de 18 meses desde que inicias el primer periodo formativo, pero ya os digo que esto se lo suelen saltar a la torera y no es extraño pasarse 2 años como funcionario en prácticas (¡cobrando tu sueldo, eh!).
Y cuando llegue el ansioso momento en el que te tienen que te nombran funcionario de carrera, tendrás que optar a una serie de plazas que oferten para adquirir tu plaza con carácter definitivo. Igual que cuando te asignaron tu destino de prácticas, ahora tendrás que elegir por orden los destinos que prefieres y te tocará uno según tu número de orden en la oposición y la demanda de los que están por encima de ti en la lista.
Particularidades de ser funcionario de prisiones
Cuando te asignen plaza, te dan hasta un mes para tomar posesión de tu puesto, esto es, ¡un mes de vacaciones retribuidas extra! Todo el mundo suele agotar el mes que dispone y se incorpora a su puesto el último día, pero ojo, el día que tomes posesión como funcionario de carrera será una fecha importante para futuros concursos por ejemplo, ya que ese día empezará a correr tu antigüedad como funcionario de carrera.
Cuando ya eres funcionario de carrera y tienes tu plaza con carácter definitivo, no quiere decir que ya te tengas que quedar en ese puesto para siempre. Cada año o año y medio la Administración publica un concurso de traslados y podrás ir optando a puestos que te interesen más, ya sea por el tipo de labores a desarrollar o por la localización geográfica del mismo.
Así que mucho ánimo, ya sabes cómo ser funcionario de prisiones. Te queda un camino emocionante por delante, y sobre todo, la satisfacción de ver que tu esfuerzo ha hecho que alcances tu sueño.