Este trámite de las oposiciones a funcionario de prisiones pone nerviosos a la mayoría de opositores y, sobre todo, a los recién aprobados. Muchos opositores se ponen a preguntar cómo es el reconocimiento médico tras aprobar. En esos momentos se nos pasa por la cabeza la “faena” que sería haber aprobado y que nos echaran para atrás en el reconocimiento médico.
Es normal que nos rayemos un poco pensando en la posibilidad de que algo salga mal, que no seamos capacees de ver bien las letritas en la prueba de visión, que nos detecten alguna enfermedad rara que no conocíamos… forma parte de los nervios y la inseguridad de presentarnos a esta prueba.
Pero hacedme caso, no pasa nada, id tranquilos y disfrutad del momento. Es cierto que existe la posibilidad de que algo vaya mal, pero realmente es algo muy, muy raro. Rarísimo. Mi consejo es que, para quedaros tranquilos, acudáis a algún servicio médico con el cuadro de exclusiones médicas en mano, y le comentéis al especialista que os realice las pruebas relativas.
Lo más normal es que tengáis que acudir al un centro médico privado o a un centro de reconocimiento de conductores o de empresa, si os cuesta dinero será un dinero bien gastado.
Os decía antes que disfrutéis del momento, y lo decía porque probablemente sea el primer día en el que vais a coincidir con otros aprobados, vuestros futuros compañeros de trabajo. Es una ocasión perfecta para empezar a conocer gente del gremio, hacer consultas y compartir ese brillo de emoción en los ojos.
¿En qué consisten las pruebas?
Bien, os voy a contar en qué consisten las pruebas que os van a realizar en el reconocimiento médico. A lo mejor se me olvida algo porque ya hace tiempo, o quizá ahora incluyen alguna prueba más, pero básicamente es lo que os voy a contar.
En primer lugar, te citan en ayunas a una hora. Te extraen sangre y te solicitan una muestra de orina in situ, es decir, la tienes que extraer de tu cuerpo allí mismo y delante de un enfermero o enfermera, según seas hombre o mujer. Esto intimida a más de uno y acaba teniendo problemas para orinar, también es normal. No os preocupéis porque si os pasa, podéis pasar a otra prueba y más tarde volver a intentarlo.
Aclarar que el enfermero o enfermera no te está mirando directamente. Su labor es estar un poco pendiente para que no intentes “pegar un cambiazo” al bote de la orina. Esta prueba se emplea, entre otras cosas, para detectar el consumo de drogas, y una posibilidad es que algún opositor que sabe que tiene algo que ocultar intente falsear la muestra para evitar que los resultados le perjudiquen.
Tras estas dos tomas de muestras os van derivando a una u otra prueba dependiendo de todos los que estéis esperando en ese momento. Las pruebas son las siguientes:
-Visión: os realizan la prueba de agudeza visual. Os hacen nombrar las letras del típico panel del oculista. Si no recuerdo mal, primero los debes nombrar con un ojo tapado, luego con el otro y también con los dos descubiertos. Te miran un poco los ojos por encima y con una linterna. Mi impresión fue que no era una prueba muy exhaustiva, no te pedían situarte muy lejos y no vi en el suelo ningún indicador para colocarte ahí, por lo que igual podía haberme puesto un poco más cerca por mi cuenta en un descuido. En mi caso no me preocupaba esta prueba, pues previamente me había operado de miopía a propósito de la prueba.
-IMC: os miden y pesan para calcular el índice de masa corporal. Tampoco me pareció una prueba muy precisa, pues me midieron y pesaron con unas botas de tacón de 7 cm. No me pidieron descalzarme, por lo que, si mi IMC hubiera estado un poco al límite, ganando 7 cm seguramente se hubiera solucionado.
-Espirometría: no me hicieron esta prueba porque estaba embarazada. Pero bueno, es eso, una prueba en la que miden la capacidad que tienen tus pulmones para retener aire y la velocidad de las inhalaciones y exhalaciones durante la respiración.
-Prueba de audición: esta fue la prueba que más nerviosa me puso. Te meten en una habitación o caja acristalada y te tienes que poner unos cascos o auriculares. Te van a ir mandando sonidos a uno y otro oído y tienes que hacer una señal cada vez que oigas algo. Yo concretamente tenía que dar un golpecito en el cristal para indicar que lo había oído. No sé, para mí la prueba fue muy rápida y confusa, me parecía que lo estaba haciendo mal. También es verdad que tengo un poco compleja de sorda, por eso iba con más tensión. Pero parece que debió salir bien, porque aquí estoy, je, je.
-Electrocardiograma: bueno, pues eso, os tenéis que descubrir el torso y os colocan las pegatinas esas por diferentes partes del cuerpo y luego las conectan a unos cables. A mí me la tuvieron que repetir varias veces porque la chica que me lo hizo decía que estaba un poco acelerada. Ojo, estaba embarazada de 8 meses con una barriga que no me dejaba respirar si me tumbaba boca arriba, no sé por qué no se percató de eso, pero bueno.
-Consulta con un doctor: esta era la prueba final. Pasabas a un despacho donde te esperaba un médico sentado en una mesa. Te sentabas allí y tenías que responder a una serie de preguntas sobre tu salud. Mi respuesta fue, evidentemente, que estaba perfectamente y no tenía ni una tara (salvo una barriga enorme), je, je, además porque era verdad. Tras esa encuesta, te ausculta (tienes que levantarte la camiseta por la espalda), te mira la columna por encima y te hace unas pruebas de esfuerzo y flexibilidad. A mí no me las hizo por el hecho de estar embarazada, pero algunos compañeros me dijeron que les habían pedido realizar unas sentadillas, flexionar las rodillas, empujar con tus puños las palmas de sus manos…nada exigente. Creo que hay que estar muy cascado para no superarlo.
El reconocimiento médico tras aprobar, un mero trámite
En fin, las pruebas del reconocimiento médico son muy parecidas a las que te realizan en cualquier reconocimiento médico de empresa. Todo el mundo las suele superar sin problemas. Yo sólo he tenido conocimiento de dos personas que no lo pasaron, uno porque le descubrieron un glaucoma y otra que se pasaba bastante del IMC límite. Así que, de verdad, id tranquilos, el reconocimiento médico para acceder al cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias es sólo un trámite y, salvo que tengas problemas galopantes, lo vas a pasar.
De todas maneras, tal como he indicado más arriba, podéis acudir a un especialista con el cuadro de exclusiones para que os realice aquellas pruebas que te generen dudas. Os dejo aquí enlace a la última convocatoria donde podrás ver el cuadro de exclusiones médicas al final.
Y tras realizar este reconocimiento médico, pasaréis a esperar el aviso para iniciar el curso selectivo, que ya será retribuido.