Otra vez he suspendido

Es una vivencia que, cuando se alarga más de lo esperado, muchas veces se hace angustiosa, al final acaba siendo una sensación desagradable que lo inunda todo y nos limita la capacidad de disfrutar del día a día. Podemos sentirnos fracasados, enojados con nosotros mismos y puede minar nuestra autoestima. Además, te toca volver a pasar por el duro trance de decirle a tus familiares y amigos. Sí, otra vez he suspendido.

No estás solo, no es algo que te esté pasando sólo a ti, no te sientas inferior, incapaz ni un desastre. Miles de opositores que hoy son funcionarios estuvieron en el punto en el que tú te encuentras ahora y vivieron lo mismo que tú.

¿CÓMO AFRONTAR ESTA SITUACIÓN?

¡No puede ser! He suspendido otra vez. Cuando has empleado tanto tiempo y esfuerzo en estudiar y ves que una y otra vez suspendes, es normal que te inunden sentimientos de tristeza, desesperación y angustia. Te invadirán los pensamientos autodestructivos del tipo: ¿Será que no estoy capacitado? ¿Y si nunca lo consigo? ¿Estaré perdiendo el tiempo? ¿Por qué los demás aprueban y yo no?… No les hagas caso.

Cada persona es un mundo, es un tópico, pero también es una gran verdad. Cada uno tiene sus circunstancias y, por tanto, sus plazos. Si estás tardando más de lo esperado, simplemente es que tu camino es más largo que el de otros opositores, pero tu meta está igualmente al final del camino. Sólo fracasa el que el que se rinde, y una retirada antes de tiempo es un gran error.

No te compares con aquellos afortunados que han aprobado a la primera o la segunda, tú eres una persona única y diferente. La vida está compuesta de muchas cosas, no todo es la oposición, seguro que en otros campos tú has alcanzado objetivos antes que otras personas. Conozco multitud de casos de opositores que tardaron bastantes más años en aprobar la oposición de lo que se habrían imaginado, muchos funcionarios que me han contado sus experiencias, familiares de funcionarios y muchos compañeros de academia que han pasado por esto. No es fácil, pero al final en sus relatos hay algo que sí es igual, su constancia, su determinación y la capacidad para perseverar y no rendirse, y que todos ellos son hoy día funcionarios. Cuando por fin se logra, el tiempo empleado pasa a un segundo plano y se olvidan los sufrimientos pasados.

Al final, es muy parecido al duro proceso de intentar tener un hijo cuando existen problemas de fertilidad. Si no lo intentas y te atreves a embarcarte en un largo proceso de miles de pruebas, consultas, tratamientos, esperas y muchos negativos y decepciones, quizá estés renunciando a la mejor experiencia que te aguarda en la vida.

ALEJA LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS

Es normal tenerlos, pero no te aportan nada bueno. Sólo harán que te sientas frustrado y que valores la posibilidad de tirar la toalla. Cuando acudan a tu mente, cambia el chip, fuérzate en pensar en otras cosas, distrae tu mente para evitar caer en el agujero negro de la negatividad. Confía en que es posible y que tú eres capaz, y ten una cosa clara, acumular “fallos” no significa que no estés capacitado. Como te he comentado, miles y miles de funcionarios de diferentes cuerpos han pasado por esto, han suspendido de manera repetida para al final lograrlo.

Algunos de los grandes ejemplos de ello son los de Thomas Alva Edison quien, en una entrevista, dijo algo así como: “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”. O Michael Jordan, considerado por muchos el mejor jugador de baloncesto de la historia, que dijo: “He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el partido y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y es por eso que tengo éxito”. Pues tú igual, que no te agobie decir: Sí, he suspendido otra vez. Porque cuando por fin lo logres, habrás dado una lección a todos aquellos que quizá se burlaron de tu suspenso. Tú estarás donde querías y, quizá ellos estén en el lugar de siempre.

Visualiza tu futuro, imaginar cómo será tu vida cuando lo consigas, qué cosas harás, qué tipo de vida llevarás, cómo te sentirás ayuda a mantener la motivación en la oposición. Aliméntate con estos pensamientos, porque LO QUE CREES, LO CREAS.

Tardar más tiene sus inconvenientes, está claro, pero también podemos sacarle algunos puntos positivos. El más importante es que hará que, cuando por fin consigas tu objetivo, te sientas más orgulloso aún y que valores de verdad lo que tienes por el esfuerzo que te ha costado. Ya sabes, cuando las cosas se consiguen fácilmente, se valoran menos.

Una de las cosas que más he disfrutado en la vida y con lo que he sido más feliz ha sido con mi aprobado. Conseguir mediante mi esfuerzo algo como una oposición me llenó de orgullo y alegría. Recuerdo los sentimientos de intensa felicidad al haber conseguido asegurar para siempre mi futuro laboral, es una sensación inigualable.

VOLVER A LA CARGA

Tras un suspenso después de meses de estudio, es normal sentirse cansado y desganado, con pocas ganas de volver a coger un libro. Y si has suspendido varias veces, se hace aún más difícil. Tómate un descanso, despéjate, mímate un poco y recarga energías. Aprovecha para hacer todo aquello que llevabas tiempo sin hacer: quedar con los amigos, una escapada, ir de compras o simplemente vaguear un poco en el sofá viendo pelis. Pero tampoco alargues mucho el descanso, pues la oposición no para nunca. Vuelve a la carga con energía y fuerzas renovadas y, sobretodo, con la confianza de que la próxima vez es la tuya.

¿A lo mejor estás haciendo algo mal? No tiene por qué ser así, muchas veces incluso con un buen método, disciplina y buenos materiales, a uno se le atascan las oposiciones. Pero quizá te sirva cambiar un poco tu método de estudio, usar nuevas técnicas, cambiar de lugar de estudio o incluso de academia o temario. Los cambios siempre revitalizan. Pide ayuda a tu tutor para cambiar de enfoque o de hábitos de estudio. Consigue ayuda para la preparación Online de oposiciones al cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias

Y te vuelvo a repetir, haber fallado varias veces no significa que no sea posible ganar. Si este año te toca de nuevo decir: ¡He suspendido otra vez! No te rindas, todo llega para el que sabe perseverar.

¡Ánimo!